Tú gris puerta
diente de miradas en
muchedumbre
y populacho en la constancia
a cien pesos,
a veces cuatrocientos,
sirviendo de arma
de apaciguador
de silenciador del silencio mismo,
en lo colgado
en lo pendiente
en los pasmado y ceniciento
de la ranura del baño.
Oxidada de boca
y chirriante al contacto piojento,
con y entre las hebras promiscuas,
te lames de pies y manos,
te cuelgas,
pendes
y te pasmas en la ceniza
de niñas acongojadas y con ojos de
sirvienta.
Mujeres en abortos infinitos
y tiernas fiestas de payasos medicados,
pasando por cada puente y vena,
azuladas sin melenas, los punkers, los
sobacos de las reinas y más sedientas
pelusas y barbas y pechos y tanto antebrazo,
caliente en la ducha…
3 comentarios:
Sin duda, me atrae este poema, pero humildemente lo cortaría (en el buen sentido de la palabra, eh, en pro del texto) ¿Experimentas en tus textos? Su musicalidad sufre un quiebre que creo no es necesaria.
Ariqueña, bien, se sale de la habitual forma escritural femenina, es un indicio a algo mayor?.
Con ganas de conversar, quedo.
SI DEMÁS PODRÍAMOS CHARLAR, SIEMPRE ES BUENO INTERCAMBIAR OPINIONES Y VER
A QUÉ TE REFIERES EN PROFUNDIDAD CON ESO DE EDITAR O METER TIJERA AL TEXTO, CLARO EN PRO DE ESTE...
DEJA UN MAIL O VÍA DE CONTACTO YA QUE EL LINK DE TU ARTERIA ESCRITURAL AERONÁUTICA NO CONDUCE A LADO ALGUNO
HASTA LUEGO.
Arteria tiene razón... hay para mí hay un sentido de profundidad al que estás dando vueltas, (el verso del silenciador del mismo silencio)... un descubrir lo que se ve cuando ya no se ven las palabras...
Para eso podría conseguirse "puliendo" la musicalidad, redondear los sentidos (que no haya una palabra que no sea un referente claro, vivo, palpitante), verlo... me ha sorprendido muy gratamente tu blog y que en todo el "ruido" tengas poemas donde parece describirse un caos feliz.
También quedo con ganas de conversar.
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